Una ópera es como el cine musical de antaño. Tanto éxito tienen que han inspirado a directores de cine para recrear su particular visión.
Las óperas han trascendido los escenarios para influir en el séptimo arte. Desde el glamour de la Scala de Milano a través de la época dorada de Hollywood hasta las versiones cinematográficas de óperas famosas. Si eres cinéfila, aquí te traigo algunas curiosidades.
Ópera y humor: «la parte contratante de la primera parte…»
Quién no recuerda la escena de los hermanos Marx en el camarote de la película «Una noche en la ópera». EL argumento de esta cinta histriónica se basa en una viuda rica que quiere entrar en la alta sociedad y le sugieren invertir en ópera. Una historia de amor y desamor y humor corrosivo, inspirado en Il Trovatore de Verdi.
Ópera en la gran pantalla: adaptaciones actualizadas de óperas inolvidables.
Cary Grant y la reinterpretación de Puccini.
En la película «Madamme Butterfly, Cary Grant da vida a un teniente de la marina americana enamorado de una geisha. Esta adaptación del gran compositor Puccini ofrece una nueva perspectiva y un final… no quiero hacer spoiler.
Otto Preminger y la reinvención de Carmen de Bizet
«Carmen Jones» es una película dirigida por el gran Otto Preminger (Éxodo o el Hombre del brazo de oro) basada en el musical del mismo título de Oscar Hammerstein que a la vez se basa en la ópera Carmen de Bizet. Pero es que además reescrita en acordes jasísticos. Olé para él. Ambientada en Estados Unidos en los años de la Segunda Guerra Mundial y protagonizada por actores de color. Una versión distinta de la clásica ópera… Y si hablamos del vestuario femenino, está muy bien ejecutado. Como dirías hoy en día, estilismos elevados por las joyas y complementos y sofisticados por sus patrones y colores.
La belleza melancólica de Zeffirelli con su Traviata
Zeffirelli fue conocido por adaptar los clásicos tanto de teatro como de ópera. Y en esta película recrea en formato cinematográfico la ópera de Verdi. Ofrece una interpretación visualmente deslumbrante con los sets.
La fantasía de los cuentos de Hoffmann
en 1951, el director británico Michael Powell llevó al cine esta fantasía de Offenbach. La peícula no sólo recrea la atmósfera original de estos tres cuentos sino que añade una dimensión visual única con los efectos visuales de una época.
Y los cuentos de Hoffmann no están completos sin la famosa Barcarola del principio del tercer acto de la ópera. Ha sido banda sonora de Titanic de james Cameron o La Vida es bella de Roberto Begnini. Y de bandas sonoras…
Ópera en el celuloide con bandas sonoras.
La trágica muerte de Mary Corleone
Quién podría olvidar la impactante escena de «El Padrino III» en la que Mary Corleone encuentra su trágico destino.
La familia Corleone, conmocionada después de presenciar el debut operístico de Anthony en «Caballería Rusticana», se ve envuelta en un siniestro complot contra el Padrino.
La desesperación de su padre, Michael Corleone, se agudiza cuando, como un golpe del destino, suena de fondo el melancólico intermezzo de «Caballería Rusticana» de Mascagni, marcando el angustioso momento en el que la vida de Mary se ve trágicamente truncada. La combinación de la ópera y la narrativa cinematográfica se entrelazan para crear una escena inolvidable, impregnada de emociones y simbolismo.
Excalibur de Trevor Jones y Wagner
Todo el mundo de Ricardo Corazón de León y los caballeros de la mesa redonda está lleno de leyendas fantásticas. Parecen historias concadenadas. Y no puede ser menos Tristán e Isolda. Y en la película de Excalibur.
Entre el amor prohibido entre Ginebra y el fiel caballero de Arturo, Lancelot, suena el preludio de tristán e Isolda de Wagenr. Una pieza muy sensible para una historia de traición y amor.
En el universo de Excalibur, también aparece la ópera Parsifal de Wagner, claro está. Las escenas que envuelven el trágico desenlace de la película y la propia leyenda resuenan con una profundidad notable. Trevos Jones fusiona magistralmente la música de Wagner con la narrativa de Excalibur y da lugar a una puesta en escena sumamente emotiva, donde el dramatismo de la partitura se entrelaza de manera conmovedora con la trama cinematográfica.
Entre las adaptaciones cinematográficas y las bandas sonoras operísticas no sólo han llevado las óperas a nuevas audiencias sino que han amplificado estas experiencias. Y así permitir al espectador sumergirse en nuevas expresiones artísticas.
Me quedo con Wagner. Y tu?