Soy de una generación acostumbrada a romper estereotipos. Lo hicimos a los 20 navegando por internet, académicamente más formados, casándonos a los 30, divorciándonos, algunos, a los 40, con o sin hijos. No soy ninguna excepción.
Con los 40 y tantos largos, he cambiado mi forma de pensar, proyectar nuevos retos, vivir la vida a partir de pequeños placeres, gozar de la pareja o de los momentos en soledad, darme algún capricho, cuidarme, culturizarme mucho más y un largo etcétera.
El cambio de mi entorno más cercano me provocó una crisis vital y ésta me llevó a reinvertirme a los 40. Nunca me hubiera imaginado que me sentiría más joven ahora que con 20.
Por consiguiente, formo parte de estas nuevas mujeres maduras que, contrariamente a nuestras madres, hemos roto clichés y nos ponemos el mundo por montera.
Este blog es el estilo de vida para una mujer independiente (casada o no), que goza de los pequeños placeres de a vida, coqueta, segura de sí misma, que conoce sus prioridades o busca nuevas inquietudes.