Viajes · 31/08/2016

Andorra: Un paraíso gastronómico natural en los Pirineos

Andorra, un pequeño país situado entre España y Francia, ofrece actividades naturales o culturales que te invitan a visitarlo. La gastronomía es un tesoro escondido para que descubras en tu próxima visita a este país pirenaico.

Andorra, conocida como una destinación invernal, ofrece mucho más que forfaits, telesillas y muchos looks de monos de esquí. Entre sus pueblos encantadores y vastos paisajes alpinos los andorranos buscan ofrecer un valor añadido a todos estos turistas tanto de verano como de invierno.

Restaurante del hotel Andorra Park

Puedes visitar Andorra todo el año.

En verano, las excursiones por los prados o cimas son actividades muy relajantes. Las montañas abruman por su belleza. Se pueden contemplar los pastos de ganado, con su reina al frente: la vaca de raza Bruna de Andorra, de carne muy apreciada.

En invierno, se convierten en estaciones de esquí, que aportan una belleza fría pero elegante.

Gracias a la nieve y su filtración de agua en el suelo, a finales de primavera los parajes se llenan de setas o dientes de león, muy apreciados culinariamente. En muchos restaurantes los ofrecen en sus cartas, momento ideal para pedir una ensalada de achicoria, de gusto delicadamente amargo.

Achicoria fresca

Pero los bosques de alta montaña esconden un secreto. Desde finales de agosto hasta mediados de octubre se recolectan las piñas del abeto. Pero no son piñas cualesquiera; tienen unas características que las hacen únicas. Con ellas se fabrica un jarabe. La receta es ancestral y servía de expectorante. El chef francés Michel Baylocq le dio la vuelta y creó un condimento gastronómico. Dulce y con gusto a resina realzan los platos con contrastes.

Aunque parezca mentira, Andorra alberga viñedos de muy buena calidad. Era un cultivo que ya se practicó años atrás pero que se tuvo que interrumpir por la filoxera. La bodega pionera fue Casa Beal. Le siguieron otros. Beber estos crudos es una experiencia interesante. La referencia monovarietal pinot noir Evolució, de la bodega artesana Casa Aubinyà, entra por la boca con un tacto muy fino y delicado como si de un pañuelo de seda se tratara que te abrazara por tus hombros.

Bodega Casa Aubinyà

Y hablando de bebidas… después de un día lleno de actividades por tierras andorranas, qué mejor que una parada para degustar la cerveza artesana andorrana. Hoy en día existen dos referencias: Boris y Alpha.

En definitiva, Andorra es un país que, a pesar de sus dimensiones, tiene riqueza gastronómica que da gusto saborear.